Rodrigo Prieto Rojas, pintor, nació en Pedro Abad un 15 de febrero de 1923, a las 10 de la mañana, en una casa que tenían sus padres en la calle -Las Moyas-, y en el seno de una familia de clase media. Fue el quinto de once hermanos, cuatro chicas y siete chicos.
Desde muy pequeño se mostró como un niño totalmente distinto a los de su época. Su madre Rosario y su hermana Chari fueron su apoyo constante y su pasión. En plena guerra civil pierde a su padre Juan y a su hermano Matías, este hecho le supuso el primer varapalo en su vida.

En 1940 inicia un viaje a Madrid donde cursará sus estudios de arte. Pasa sus dos primeros años en el centro de cerámica -Francisco Alcántara-. Luego, cinco años más, en la escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.
Terminados sus estudios permanece en la capital trabajando como profesor en centros educativos como el de Ntra. Sra. del Pilar. Igualmente, dio clases particulares a familiares de embajadores y familias adineradas de Metrópolis madrileña. Llegó a pintar para diversas galerías.
Por diversos motivos, regresa a su pueblo en 1979, donde tiene que sufrir su segundo y más doloroso trago. La muerte de su madre y posteriormente la de su hermana, por enfermedad, suceso que le hace caer en una gran soledad y tristeza. Expuso en varias capitales de provincia como Madrid, Córdoba y Sevilla, así como en su pueblo natal.
Fue un hombre muy cristiano y auténtico. No se dejó llevar nunca por dogmas y odiaba la hipocresía de las personas. El 10 de junio de 2011, su pueblo, le brindó un homenaje con la apertura de un museo, de pintura y escultura, que lleva su nombre.

Fue un artista polifacético, en muchos campos. Llevó a cabo alguna creación escultórica, cerámica y se atrevió con la creación de tocados para sombreros. Murió en Pedro Abad, su pueblo, un 22 de agosto de 2012, realizando lo que tanto le gustó hacer, pintar.